El canadiense Just Feminist Tech and Scholarship Lab es un laboratorio centrado en reflexionar críticamente sobre lo que significa tener una tecnología (y una academia) justa y feminista. Todo un temazo. Me gusta mucho cómo lo plantean, qué proyectos están llevando a cabo y las sesiones online que han preparado para este invierno dentro del Feminist and Accessible Publishing, Communications, and Technologies Speaker and Workshop Series. Hago aquí un “copia y pega” con todas ellas enlazadas (horas UTC+1):
La artista venezolana Arca respondía hace poco en una entrevista a una pregunta sobre las fallas o errores (“glitches”) como oportunidad creativa:
Si miras las palabras como símbolos y las tomas a modo de ilustración de cómo el lenguaje, o incluso una palabra, puede significar cosas diferentes para cada uno de nosotros, te das cuenta de que todos tenemos diferentes sistemas nerviosos y experiencias que nos ayudan a comprender el significado de las palabras.
Las apps de rastreo que se crearon para el COVID-19, como la Radar Covid del gobierno español, no han tenido la relevancia que se esperaba. Debo confesar que nunca fui muy optimista, especialmente si se trataba de sus posibilidades en España. Dudo también que, incluso funcionando, hubiera merecido la pena frente al coste que ha implicado. No me refiero al económico, sino al precedente que ha supuesto de vigilancia masiva de la población, pero esa es otra historia… En cualquier caso, no escribo esto para apuntarme el tanto a toro pasado al decir que ya lo sabía, sino para intentar explicar el motivo que creo que hay detrás de ello.
Cristina Vela Delfa ha publicado en The Conversation un interesante artículo titulado ¿Son los audios de WhatsApp una buena opción comunicativa? En él explica los cambios y complicaciones que esta nueva forma de comunicarnos trae consigo. De un modo u otro, está claro que la oralidad ha ido ganando terrero en la comunicación digital. Los audios y los vídeos han sido los protagonistas de 2020.
En la primera década del 2000, los trabajos sobre la comunicación en internet destacaban que esta era ante todo un fenómeno textual. […] Sin embargo, veinte años después, esta naturaleza se ha modificado sustancialmente. Y no solo en lo que concierne al envío de notas de voz, sino a toda una tendencia multimodal que incluye el intercambio de fotos, vídeos, memes, emojis, gifs, stickers y un largo etcétera de signos no verbales. […] No hace mucho que Fahrad Manjoo vaticinaba en el New York Times el fin del texto escrito y aseguraba que esta hegemonía de lo audiovisual estaba modificando nuestra forma de pensar, al dar prioridad a lo emocional sobre lo racional.
¿Volverá a ser marginal la escritura en nuestras interacciones diarias?
No tenía ni idea de que existían concursos de nuevos kanjis, pero me parece muy buena idea. ¿Podríamos tener concursos de nuevas ortografías del español, por favor?
Lo que sí podría haberme imaginado es que los kanjis del 2020 iban a tener cierto sabor… pandémico COVID19. El ganador es genial:
Alida Schefers ha hecho pública una tabla en Google Docs con un buen número de congresos alrededor de la lingüística. Además ofrece una forma sencilla de añadir los encuentros que aún no están incluidos. Actualmente aparecen 371 congresos. Si estás programando tu 2021 de reuniones académicas (dentro de lo desesperante que puede ser esta labor este año concreto), esta herramienta puede serte de utilidad.
Isaac Asimov incluyó en su cuento “Runaround” tres leyes de la robótica que acabaron trascendiendo el ámbito literario. Corría el año 1942 y la realidad tecnológica no permitía aún predecir la velocidad a la se desarrollaría la automatización en las décadas siguientes. Sus populares leyes son:
Un robot no puede dañar a un ser humano o permitir por inacción que un ser humano sea dañado.
Un robot debe obedecer las órdenes dadas por un ser humano salvo en el caso de que esas órdenes entren en conflicto con la primera ley.
Un robot debe proteger su propia existencia salvo en el caso de que su protección entre en conflicto con la primera o la segunda ley.
Han pasado ochenta años. Ahora la necesidad de una regulación de los robots no se percibe como una cuestión futurista, sino más bien como un deber al que llegamos tarde. El experto en Derecho e Inteligencia Artificial Frank Pasquale ha publicado un libro con una propuesta de actualización de las leyes de Asimov, a las que añade ahora cuatro nuevas.
Este 7 de enero ha fallecido Jan Blommaert. Se trata de una muerte anticipada por él mismo hace ya bastante tiempo, pero no por ello menos impactante. Perdemos prematuramente, sin llegar a los sesenta años, a una de las personas más brillantes en el estudio de la sociolingüística. Me he obligado a escribir esta entrada no solo como reconocimiento, sino como oportunidad para poder presentárselo a mis estudiantes. Me voy acostumbrando a sacar cosas positivas de circunstancias indeseadas.
He participado en el lanzamiento de una campaña titulada “Fácil” y cuyo vídeo incluyo a continuación. El mensaje se centra en la idea de compartir unos propósitos que quizás no sean las alternativas más sencillas, pero sí unas que nos permitirán trabajar en 2021 por una sociedad mejor.
Es difícil medir el peso de las palabras que utilizamos. Al fin y al cabo, están formadas por corrientes sutiles de aire o finas lineas negras sobre un fondo blanco. Sin embargo, su apariencia ligera es a veces engañosa. Se trata de una de las cuestiones que más nos preocupa a quienes trabajamos analizando el discurso desde una perspectiva crítica. También es una de las más incomprendidas por esa levedad aparente de las palabras. ¿No será que les damos demasiada importancia?